domingo, 25 de mayo de 2008

Una infinidadmulticolor de planteos sin respuestas

Cuando escuché lo que le pasó al taxista asesinado hace poco en nuestra ciudad quedé anonadada. La impotencia me superó. Pero lo más shockeante fue encender el televisor y escuchar lo que decía la mujer de este hombre. Desde que empezó a hablar y hasta que el noticiero cortó la nota para seguir con otra, mi cara fue de sorpresa, y no por lo que la mujer decía.

Esta señora contaba al notero que su esposo era un hombre muy creyente y devoto; que todas las mañanas, tardes o noches en que salía a laburar, se encomendaba a todos los Santos habidos y por haber, a Dios, Jesús y María. Decía, además, que ella también era muy religiosa y que estaba tranquila, porque sabía que su marido estaba en un buen lugar, y que por algo Dios se lo había llevado, porque era un hombre muy bueno y de seguro lo necesitaba allá arriba.

Mi mente se pausó, y el retrotrack empezó a resonar en mi cabeza.

Hace unos meses, dos cacos de mierda (chorros) nos robaron a mi novio y a mí. En realidad a mi sola porque a el no le encontraron la billetera. Así que, adiós celular y 10 pesos; igual no me importa porque pudo haber sido peor.
Temblando como hojas, después de llamar a la policía y hacer la denuncia, nos quisimos tomar un taxi. Pero OH! coincidencia de la vida, yo no tenía ni un peso y Sebastián sólo un billete de 100. O es lo que nosotros creíamos que teníamos…

Después de parar 3 taxis, preguntar si podíamos pagar con un billete grande, y ser rechazados cada una de esas veces; un buen taxista accedió a llevarnos y buscar cambio en alguna estación de servicio ¡UN GRANDE! En el camino le fuimos contando lo que nos había pasado, por supuesto.

Al llegar a la estación de servicio, el señor le pidió a Sebastián el billete, pero… NO LO TENÍA, LO ÚNICO QUE HABÍA ERA UN HUECO ENORME EN EL BOLSILLO DE SU BERMUDA.

Colorados de vergüenza, le dijimos que pasaba y el hombre nos trató de lo más bien. Totalmente comprensivo y contenedor. Nos empezó a llevar de nuevo al lugar de donde lo habíamos tomado ¡¡¡ y hasta nos ayudó a buscar en el piso el billete!!! No cualquiera lo hace.
Obviamente como todo taxista, habló todo el trayecto. Nos aconsejó maneras de no perder la plata (haciendo un bolsillo oculto en el pantalón, o algo así); nos dijo que no anduviéramos a tan altas horas de la noche por la calle y muchísimas cosas más. Pero lo que nos había impresionado realmente, era su forma de hablar de Dios y Jesús. Nos contaba que todos los días antes de subirse al auto se encomendaba a sus santos para que lo protegieran a él, su familia y a su trabajo. Nos dijo que era evangelista, y muy pero muy creyente. Comentó, también, que nunca lo habían robado ni nada por el estilo; pero que igualmente no temía, porque sabía que su Dios lo protegía.
A todo esto, no encontramos la plata y mi novio corrió a buscar plata a su casa, pero Oh! coincidencia de nuevo… tampoco encontró cambio y tubo que sacar otros 100 pesos en billete.

A lo que quiero llegar es a lo siguiente: lamentablemente, pienso que es el mismo hombre… el que fue asesinado fríamente por dos NEGROS DE MIERDA.
Ojala esté muy pero muy confundida; porque ese señor, aunque lo conocí apenas 30 minutos de mi vida, no se lo merecía.
O sea, nunca lo habían robado pero cuando lo quisieron hacer LO MATARON SIN MEDITARLO.

Me pregunto qué debió pensar ese hombre en sus crueles momentos de agonía. De qué sirvió tanta devoción, Fe y pseudo seguridad de protección y cuidado.
No me jodan con que “era un hombre bueno y seguro que Dios lo necesitaba allá”.
¿NO TENEMOS SUFICIENTE GENTE MALA EN ESTE PUTO MUNDO COMO PARA QUE LA ÚNICA GENTE BUENA QUE HAY NOS SEA ROBADA ASÍ, TAN FÁCIL Y DESPIADADAMENTE?

A veces me replanteo mi Fe y la “misericordia” de Dios al pensar ¿Por qué las cosas malas le pasan a las personas buenas y con buenas intenciones?
Siempre matan al hijo del verdulero, del panadero, al taxista, a la portera. Nunca al hijo del juez o al abogado corrupto. Se caen los aviones llenos de gente trabajadora y nunca un avión presidencial. Así puedo dar muchos ejemplos como también ustedes que me leen se plantearán los suyos.

Sinceramente no se como se soluciona esta inseguridad. Si con taxis blindados; con uso de tarjetas magnéticas en ellos; con más número de móviles policiales (que en realidad me parece peor, porque no confío en estos hombres de azul); o si quemando todas las villas miserias.

La verdad no se. Y a esta altura no se quien tiene la culpa. ¿Acaso el gobierno por nunca fomentar el trabajo del pobre, regalándole a éste chucherías y pagándole unas monedas para que lo vote? ¿Acaso son los propios pobres que no intentan mejorar y están muy cómodos en su vaga postura de pedir y vivir de lo poco que le dan? ¿Es culpa de aquellos padres y aquellas madres que, generación tras generación, no le inculcan a sus “crías” (porque son crías no hijos, los tienen para aumentar números y litros de leche gratis) el valor del trabajo y la prosperidad? ¿Es la sociedad que ya está cansada de la clemencia y la compasión por estos seres que viajan a la ciudad a hacernos las vidas imposibles, que ya no se gastan por ayudar?

Yo creo que la culpa es de todos, y que la solución debe estar… pero lo difícil es encontrarla. Y que QUIERAN encontrarla.
R.

lunes, 19 de mayo de 2008

Diciembre 2012.
Luego de estar unos años afuera, vuelvo para pasar las fiestas en familia.
El taxista que me trae del aeropuerto me habla de la última novela de Aira. Cansado, apenas escucho lo que me dice. Miro, soñoliento, la ventana. Las plazas están repletas de personas leyendo. Puedo ver en los bares libros sobre todas las mesas, y basta que avancemos unas cuadras para que la vidriera de alguna librería aparezca frente a nosotros.
Me incorporo, bajo la ventanilla para que el aire fresco termine de despertarme.
Al detenernos en un semáforo una señora que cruza la calle, llevando las bolsas del supermercado, le dice a su amiga: "No, no... en Cortázar la fuerza de la lectura es centrípeta, mientras que en Borges es una lectura centrífuga que te impulsa hacia un saber enciclopédico".
No logro entender lo que sucede. Donde mire hay alguien con un libro en la mano.
Me bajo del taxi. En la puerta de casa me están esperando. Antes de soltar las valijas pregunto qué es lo que está pasando.
-Ah... claro, no sabés nada. Fue hace 6 meses... murió Tinelli.


Agradezco a : http://elclientenuncatienelarazon.blogspot.com/

M.

lunes, 5 de mayo de 2008

Intento reflexivo que desembocó en un sinfín de palabras.

El hecho de tener que subir a un taxi, ya de por sí es muy molesto. No sólo por saber que en el mismísimo momento en el que te sentás, te vas a ver obligado a llevar a cabo una conversación la cual no te interesa en lo absoluto entablar, sino también porque el pensamiento de que la plata talvez no te alcance y qué vas a hacer en ese caso, no deja de atormentarte.
Pero el día viernes tuve una experiencia muy extraña. Me vi obligada a tener que darle la razón ( y hasta me hizo pensar ) a un taxista.
Todos sabemos que sus tópicos favoritos son el clima y la actualidad política y social. Y fue justamente uno de esos temas el que me llevó a la reflexión.
Lo que dijo fue: "
lamentablemente todos los argentinos nos tuvimos que hacer economistas a la fuerza". Sabias palabras del señor tachero. Al escucharlo mi mente empezó a volar y a sacar conclusiones.
Se nos acusa a los argentinos de creernos "Licenciados en todo". Pero esto...¿está tan lejos de la realidad?. Lamentablemente no lo creo. Y digo lamentable porque fueron los tristes sucesos históricos que tuvimos que sufrir, los que nos llevaron a comprender términos como "(hiper)inflación", "superávit fiscal","devaluación", "bonos", "desempleo". ¿Quién podrá alguna vez olvidar a los famosos PATACONES o LECOPS?. Pero nuestro entendimiento no sólo se basa en el marco económico. Comprendemos perfectamente qué es una "dictadura" o un "estado de sitio". Nos han obligado a olvidar el "libre albedrío", y así fue como se producieron los 30000 desaparecidos ( palabra tristemente conocido también).
Tampoco son solamente términos. Somos sabios matemáticos. Constantemente hacemos cuentas para poder llegar a fin de mes, donde lamentablemente suelen faltarnos números ( ¿ por qué será que nunca sobran? ) , a la hora de ir al quiosco solemos comprar lo más barato y quedarnos con ganas de más pero sino..." ¿con qué plata salgo el finde?". La mayoría de nuestros deseos de compra son postergados ( "el mes que viene me lo compro"). Jamás olvidaremos el "UN PESO-UN DÓLAR". Algo que nos caracterizó es el haber intentado confiar en los políticos y siempre, pero siempre nos han decepcionado.
El hecho de haber tenido escritores únicos ( Julio Florencio Cortázar, Jorge Luis Bórges, Ernesto Sábato, Adolfo Bioy Casares y tantos otros ) hizo también que a pesar de no haber leído mucho (o talvez ninguno) de sus escritos, sepamos muchísimo de ellos. ¡Somos todo unos literatos! Todo argentino sigue lamentándose de que por discrepancias políicas con algunas personas ( ahi terminó nuestro corto conocimiento ), el señor Bórges nunca haya recibido ese tan aclamado premio que tanto merecía : El premio Nóbel de Literatura.
¿Quién no conoce a la famosísima Rayuela de Cortázar o al demente personaje Juan Pablo Castel de El Túnel de Sábato?
En el deporte hemos tenido concretos triunfos y deportistas únicos. Juan Manuel Fangio, Guillemo Vilas ( Vilas! el gran tenista Vilas! )... y claro, el mejor deportista del Siglo XX, Diego Armando Maradona ( con su mano de Dios y su gol a los ingleses ). Y acá es cuando nos hacemos deportólogos y opinamos al respecto de si fue o no con la mano, de si Pelé es o fue mejor que Diego. Que Boca-River. Claro, el glorioso Boca Juniors, el más grande de América y el segundo mejor equipo del Mundo.
No podría dejar de nombrar que entendemos a la perfección la situación social que trancurrió el país en los últimos siete años. Y sí, ¡no podíamos dejar de ser Sociólogos!
Me vuelvo a preguntar,
¿me equivoco al decir que los argentinos somos Licenciados en todo?.


Macarena.

jueves, 1 de mayo de 2008

"Panchos sí! Asado no!": mi locura

Hola a todos. Esta vez la que les escribe no es Macana, sino Rocío. Me pueden decir Ro, ROSI, Rouch (es el más usado junto con Ro), Rosè, Rosenga, Rosedal, Rosendenguen, oh si rosi (no comments ¬¬), rubia tonta, o lo que sea que rime con Ro.
La verdad que no se muy bien como escribirles y que me logren entender; pero aún así les quiero contar algo.

Ésta noche es la cena de "Humanidades", de reencuentro (aunque nos veamos siempre en todos lados), y sinceramente tengo muy pocas ganas de ir. Para no decir casi nulas, vió.
A los que no sean de acá de Rosario, o de Argentina en general, les comento que 'Humanidades y Ciencias Sociales' es una "modalidad" que uno, en cierto año del colegio (ya avanzado), elije como orientación.Obviamente, hacia una vocación futura. Por ejemplo: si quiero ser médico, elijo la modalidad "Biología"; si quiero ser contadora elijo "Economia y Gestion de las organizaciones",¿ok?.
Bueno. Espero haya quedado claro. En fin, sigo con lo que decía.
No tengo ganas de ir a lo de Mili a comer con todos mis compañeros de curso. Suena re mala onda cuando lo leo o lo digo; pero no puedo evitarlo. Se suma mi mal estar físico (enferma) y mi mal estar anímico (peresosa).

¿Por qué esa necesidad de juntarse un jueves, feriado, aburrido, amargo, despoblado? ¿Por qué esa necesidad de poner 12 pesos y comer un asado? ¿ Es que no ven tele, no leen los diarios? La carne esta cara muchachada, y la plata no crece de la tierra.
¿¡Acaso no son ricos los panchos!? No lo digo de rata, aunque soy bastante ahorrativa. Y es más, los panchos le meten toda la onda!!

Pero bueno, ese no es el caso de mis pocas ganas de asistir a la reunión. La verdad es que, sincerándome, no me tienta la idea de ver a mis ex-compañeros (soy una mierda :[ ) tan locamente como para salir, morirme de frío y recaer de enfermedad. A todos los veo siempre, si me interesa saber algo de ellos, me acerco y les pregunto. Me siento falsa, no todos me caen bien. Es más, iría porque van mis amigas y porque no quiero quedar mal; pero así me siento mal conmigo misma, me dejo vencer por el "qué dirán".

Lo más probable es que termine yendo.Es que esa incertidumbre de "¿qué van a pensar de mi si no voy?, quedo como una amarga", me está ganando poco a poco, me consume. Además, ¿la vida no está llena de compromisos? ¿Esta va a ser la primera vez que me pase que no tengo ganas de ir a "tal" lado y TENGA que ir?

Me siento medio basuringui diciendo esto. Soy una bocona exagerada. (aunq este escribiendo, ya se)

Asique...no se...voy. ¡Quién dice que la voy a pasar mal! =P

¿Qué harían uds? ¿Qué piensan?